Ser responsable de la operación de una planta de tratamiento de aguas residuales o de agua potable tiene grandes retos.
Por una parte, asegurar la alta disponibilidad de agua de forma confiable y a costos asequibles. Así como, asegurar el cumplimiento de normas y garantizar que sus operaciones sean sostenibles. En alcanzar un desarrollo sostenible
La clave radica en la utilización de métodos de operación más eficientes y efectivos. Con ello, se logra la optimización del suministro de energía, la automatización de procesos de tratamiento y el monitoreo de variables críticas en línea. El efecto final es contar con plantas autónomas de bajo uso de personal para su operación. Por todo ello, la mejor opción es la digitalización de procesos de la planta de tratamiento de aguas residuales.